Aunque hablamos de iPhone, lo mismo sirve para otros smartphones y también para iPads.
Una de las peores cosas, si no la peor, que le puede pasar a un iPhone es mojarse.
El iPhone lleva dentro varios chivatos de humedad (según el modelo) que, con sólo marcarse uno, ya se pierde la garantía. Esto puede ocurrir en ambientes húmedos, por el sudor, el propio aliento, o ducharse con él cerca, por ejemplo.
Otro caso muy distinto es el del iPhone que se sumerge en agua completamente. Nos han llegado casos al taller de iPhones buceadores que han explorado el wc de su dueño mientras éste le limpiaba el culete al niño, que se han dado un baño mientras el dueño de éste bañaba al niño en la bañera (mucho cuidado los padres, y lo digo por propia experiencia, ya que el mío propio fue el primero que abrí y recuperé después de un paseo por el baño). Los que no tenéis hijos tampoco estáis a salvo de estos accidentes, porque ¿a quién se le ocurre llevarse el iPhone a un jacuzzi?, pues, por sorprendente que parezca, a bastante gente. Y no hablemos de quien lo baña en café… Y, en fin, muchos otros casos que, aunque improbables, ocurren.
Bien, mi iPhone ya está mojado, no hay marcha atrás. ¿Qué hago ahora?. Bueno, pues lo primero y más importante: No intentes encenderlo! Sé que lo más urgente puede ser comprobar si sigue funcionando pero lo cierto es que agua y electricidad no se llevan nada bien. Tampoco lo pongas a cargar. Ten en cuenta que los primeros días son vitales para evitar sulfataciones, oxidaciones y corrosiones dañinas por lo que hay que tratarlo de inmediato.
Como medida preventiva y mientras decides qué hacer, puede ser que se te ocurra aplicar el ya conocido método de poner el iphone dentro de un bol lleno de arroz para que absorba la humedad. Esto, si bien puede ayudar, no siempre va a funcionar. Entre otras cosas porque el arroz suelta el almidón y luego nos lo encontramos dentro del teléfono por todas partes. Tampoco el método del secador ayuda mucho, eso empuja el agua hacia dentro del teléfono y puede empeorar el problema. La mejor opción es envolver el teléfono en un paño seco y colocarlo encima del radiador.
El siguiente paso que yo daría sería llevárselo a un taller de confianza (¿conoces alguno? Yo sé de uno estupendo). Y esto no lo digo de forma ligera. Sobre todo si no has leído este post antes y has intentado encenderlo o cargarlo, casi siempre se daña la PCB o algún procesador vital de carga y encendido. Y el paso de electrones por zonas dañadas, puede dañar zonas nuevas. Lo mejor es, tal cual está, mandarlo a reparar.
En nuestro taller, lo primero que hacemos es desmontarlo completamente y hacerle un lavado químico con ultrasonidos. Este proceso consiste en una serie de baños anti óxido, anti sulfatos y anti sales, que además protegen, con residuo seco, no aceitoso, la propia placa. Eso evita posibles cortocircuitos por restos de agua, cal, sulfatos o lo que sea que haya podido quedar en la placa.
Después se prueba y si enciende, que no siempre es el caso desgraciadamente, se comprueban los daños que el agua le ha ocasionado. Estos daños pueden ir desde la batería, pasando por la pantalla o la propia placa base, y dependerá del alcance de éstos el que merezca la pena o no su reparación.
Pero no hay que asustarse, cada iPhone remojado es un mundo, y a veces tienen una solución más sencilla de lo que creíamos., sobre todo, y esto es muy importante, si se coge a tiempo.
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